jueves, 3 de noviembre de 2011

Memorándum para mis poquísimos pero hermosos lectores

Como habrán advertido, la que les habla no es una escritora muy prolífica que digamos. Nunca llevé una frecuencia cotidiana de posteos, ni un estilo concreto, ni nada de nada. Por lo tanto, Sr. Google decidió cerrarme la puerta de acceso a este blog hace ya varios meses (por hippie inconstante parece) Se ve que el susodicho Mister G. piensa que uno debe llevar una bitácora de posts de una determinada manera y, si uno no acepta esa bajada de línea, te cierran el espacio.


Oh sorpresa (la que me llevé hoy) cuando, al intentar escribir un comentario acá con mi identidad de Maconda, dudosa de si Mr. G me lo iba a permitir (ya que el acceso a mi propio blog como administradora estaba bloqueado), resulta que, no sólo me permite hacer el comentario con este perfil otrora bloqueado, sino que... ¡logré acceder nuevamente a este blog! Estoy contenta de haber recuperado "La ecléctica", para así hacerme cargo de todas las pavadas que escribí y seguir inundando el ciberespacio de comentarios impropios.


Conclusión: Por primera vez en la vida, ir a contramano de Clarín, Personal, Gugle y Wal Mart tiene su recompensa: ¡aguante Cristina! ¡aguante Capusotto! ¡aguante este blog!


PD: disculpas por la ausencia de discurso artístico, pero escribo rápido antes de que me cierren la puerta de nuevo, no vaya a ser que ésto haya sido sólo un pequeño milagro

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